Hace unos días leí una frase que supuestamente se le otorga a
George Orwell y dice así: “En una época de engaño universal, decir la verdad es
un acto revolucionario.”.
Me puse a pensar en
las mentiras con las q convivimos, crecemos
y q nos estallan en la cara. Reflexioné más concretamente en que vivimos
engañados pensando que somos los protagonistas de una gran obra, los
protagonistas de un largometraje de alto presupuesto donde cada ficha y engranaje se moverá y caerá hacia nuestro favor. Estamos demasiado apegados
a nuestro papel como protagonistas q nos negamos a pensar en otras alternativas
a un final feliz. Somos inmunes e
inmortales.
Vivimos en una nube de placer, ego y bienestar, de la q creemos q nunca caeremos. Y luego llegan las preguntas: ¿Por
qué ami? ¿Qué he hecho yo para merecer esto? ¿si eso solo le pasaba a otros?
Somos protagonistas de nuestra propia obra, una obra que nos
construimos nosotros mismos con ayuda de
los demás, pero no de una gran obra que
gire en torno a nosotros y que nunca terminará.
Un buen acto revolucionario consiste (creo yo) en darse
cuenta que no existe un final feliz. Hay finales con los que podemos ser
felices, o no y que el azar, hechos arbitrarios, la traición, el desamor, la
muerte, el odio, la irracionalidad puede estar acechando ala vuelta de la
esquina para clavarnos sus garras. Existe
final. Sin más. Cuando lo entendamos,
podremos empezar a construir. No se trata de ser un desconfiado paranoico solo
de ser Conscientes.
Sobre este tema trata la poesía que escribo a continuación, sobre esas
explosiones inesperadas, para las cuales no estamos preparados: Una promesa de
amor eterno cae en saco roto en un abrir y cerrar de ojos, un amigo por una
disputa llega a odiarte, por no hablar, de accidentes, enfermedades, muertes…
2013 Sin aire
Bajo las persianas
y cierro la
puertas.
Así dejo que en el opaco ambiente
el peso me aplaste.
Llorar sin nada ver,
sin verme.
Pero qué es eso
que flota y brilla?
Son brillantes ojos rojos
y aunque no la vea,
me atraviesa la sonrisa del azufre.
Venís a
felicitarme? :
Feliz apocalipsis decís!
Turba la noche,
tan pronto paz oscura
como desierto
abismal,
en una caída que no se ve el final
y que asfixia poco
a poco.
Trece fuertes dedos
os puedo ver,
fuertes garras
brillando creo…
Venís a intimidarme verdad?
a recordarme que ya estás aquí.
Flujo incesante
de herida y golpe.
Vuestro hogar?
La ansiedad.
Funambulistas de
la trémula y delgada cuerda
Que fantasmas?
Son fotos del pasado que
muerden y atontan.
Presente ensimismado.
Dos mil veces pasaron y no los vi.
Esta noche
sin poder dormir,
la cafeína en el alma me abraza ,
me lleva frente al espejo y dice:
Bienvenido al principio del fin ,
tras 21 años ya están aquí,
final en si mismo,
la catarsis ya está aquí.
XclimaX
Dibujos de: http://tomasboersner.blogspot.com.es/
La banda sonora de este post es:
Guau.... inquietante post... me parece muy interesante la idea de aceptar el final sin juzgarlo, pero para mí es tan complicado como dejar de respirar a voluntad propia... No obstante, estoy trabajando en ello ;)
ResponderEliminarSaludos,
casiopea :)
creo que tienes mucha razón, no existen los finales felices, pero seguimos buscando esa perfección que creemos que debe existir en algun lugar más que en las películas y los libros, y una y otra vez nos damos cabezazos contra un muro...
ResponderEliminarme parece muy bueno lo que escribes y que hagas antes de la poesía una introducción me gusta, le da otro toque ;)
Pd: la canción de vetusta es genial, buena elección!